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Los ojos altivos, el corazón orgulloso
y el pensamiento de los malvados, todo es pecado.
Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia,
y ciertamente va a la pobreza todo el que alocadamente se apresura.
Amontonar tesoros por medio de la mentira
es fugaz ilusión de aquellos que buscan la muerte.

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